La imagen de caminar en la Biblia lleva el significado de participación, comunión, relación y armonía. Se dice que grandes hombres de fe como Enoc y Noé caminaron con Dios. (Génesis 5:22, 6:9). Caminar con Dios debe ser la primera prioridad en nuestras vidas. Debemos buscar tener comunión con Dios y caminar en la luz de la verdad como Él está en la luz (1 Juan 1:7).
Pero en nuestras vidas el camino que recorremos no es solo con Dios, sino también con otras personas. Estamos constantemente caminando con otros en esta vida. Nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo son todas las personas con las que caminamos en la vida. El tipo de caminar que mantenemos con los demás es una elección que hacemos. En el fondo si no nos ponemos de acuerdo con los que nos rodean entonces decidiremos no caminar con ellos o, dicho de otro modo, decidiremos no continuar ni desarrollar la relación con ellos. El acuerdo sobre los hechos básicos, las perspectivas y la verdad es un requisito fundamental para caminar juntos como seres humanos. Note lo que dice el profeta Amós en Amós 3:3, “¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?” Esta pregunta retórica en Amós se da en el contexto de Dios mostrando que Israel y Judá lo habían desobedecido y no andaban de acuerdo con Él. Pero el punto de aplicación para nosotros sigue en pie: aquellos con quienes caminamos son aquellos con quienes fundamentalmente encontramos algún acuerdo.
Por lo tanto, nos encontramos gravitando hacia aquellos con quienes estamos de acuerdo o tenemos armonía. Como dice el refrán: los pájaros del mismo plumaje vuelan juntos. No debería sorprendernos que nuestras relaciones reflejen algo sobre nosotros mismos. Si somos amigos de personas piadosas, ¿qué dice eso acerca de nuestro carácter? No significa necesariamente que seamos piadosos, pero al menos tenemos algo en común con ellos. Lo contrario también es cierto. Si todos nuestros amigos cercanos son amigos impíos, puede mostrar que tenemos algo de acuerdo o en común con ellos.
Estar de acuerdo con los demás en nuestro caminar por la vida es inevitable, pero es una elección con respecto a las personas con las que caminaremos y con las que estaremos de acuerdo. Existe un peligro real de unirnos a las influencias impías de amigos y familiares impíos porque, aunque no estemos de acuerdo al principio, después de un tiempo de influencia sobre nosotros, podemos encontrarnos de acuerdo con ellos debido a su impacto a largo plazo sobre nuestros perspectivas y pensamientos. La Biblia nos advierte que debemos ser cautelosos con respecto a los amigos y compañía con los que caminamos. ¿Por qué? Porque su influencia puede llevarnos al cielo, o arrastrarnos al infierno. Observa algunos versículos de la Biblia sobre este tema:
1 Corintios 15:33 – No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres».
Proverbios 13:30 – El que anda con sabios será sabio, Pero el compañero de los necios sufrirá daño.
Gálatas 5:7-9 – Ustedes corrían bien, ¿quién les impidió obedecer a la verdad? Esta persuasión no vino de Aquel que los llama. Un poco de levadura fermenta toda la masa.
1 Corintios 5:7-8 – Limpien la levadura vieja para que sean masa nueva, así como lo son en realidad sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad.
Proverbios 22:24-25 – No te asocies con el hombre iracundo, Ni andes con el hombre violento, No sea que aprendas sus maneras Y tiendas lazo para ti mismo.
Proverbios 12:26 – El justo es guía para su prójimo, Pero el camino de los impíos los extravía.
En algunos de estos textos se usa la imagen de la levadura para advertir sobre influencias impías. La levadura es un hongo que se esparce por toda la masa y hace que crezca. Solo se necesita una cantidad muy pequeña de levadura y toda la masa se contaminará con la levadura. Lo mismo puede suceder con las influencias injustas en nuestras vidas. Debemos tener cuidado de no permitir que las influencias pecaminosas nos alejen de Dios. No debemos caminar con tales fuerzas pecaminosas ni ponernos de acuerdo con ellas. Así que honestamente debes preguntarte, “¿Con quién estás de acuerdo?” y “¿Con quién andas?”
En lugar de ser víctimas de las influencias impías de Satanás a través de las personas infieles con las que podemos caminar, debemos elegir desarrollar relaciones cercanas con el pueblo de Dios. Esto no quiere decir que nunca tendremos relaciones con no cristianos, claramente debemos en algunos contextos. Pero no deben ser las relaciones que tengan influencia sobre nosotros. Debemos ser cautelosos con la influencia que tenemos hacia los demás y que ellos tienen hacia nosotros. Por eso Pablo enfatiza la necesidad de caminar con otros cristianos y desarrollar relaciones profundas con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. “Sean afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros.” (Romanos 12:10) Debemos dar preferencia en nuestro caminar con otros cristianos.
No importa con quién caminemos en este viaje de la vida, debemos ser conscientes de nuestras influencias y las influencias que otros tienen sobre nosotros. Porque nuestro objetivo final es ser fieles a Dios y caminar con Él en la verdad, la fe y el amor. Reflejemos nuestro acuerdo con Dios y con otros hermanos y hermanas en Cristo en las relaciones que elegimos y el caminar que mantenemos.
Miqueas 6:8 – Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti, Sino solo practicar la justicia, amar la misericordia, Y andar humildemente con tu Dios?
La gracia sea con todos ustedes,
Caleb B. Westbrook